Desde el Mirador del Valle la viajera contempla la catedral de Toledo y el imponente Alcázar que se eleva a modo de Acrópolis. Ha sido destruido y reconstruido varias veces, la ultima tras la guerra civil. Su construcción se remonta a la época romana y ha sido sucesivamente palacio visigodo, musulmán, cristiano medieval y renacentista. Aquí estalló en 1520 el levantamiento comunero contra Carlos I, y aquí se produjeron en el verano de 1936 los ataques de los republicanos a una guarnición fascista de Franco, convirtiéndose en el símbolo de la guerra civil española en la lucha entre la democracia y la dictadura. Actualmente es sede del Museo del Ejército. Pedro A. de Alarcón, en 1883, en Viajes por España, escribe: “…siento mucho no poder hablar detenidamente del cesáreo Alcázar que sirve como de corona mural á Toledo, pues que se eleva sobre la más alta cumbre de la Ciudad. Baste decir que es una obra digna de Carlos V, de Alonso de Covarrubias y de Juan de Herrera. El gran Emperador mandó edificarlo en aquel eminente paraje, donde yacía en ruinas el viejo Alcázar que habitaron los grande s Alfonsos....; y es fama que , siempre que bajaba ó subía la monumental escalera , se paraba en su gran meseta y decía :
—«Solo aquí me creo verdaderamente Emperador.»”
—«Solo aquí me creo verdaderamente Emperador.»”
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