Puente romano de Córdoba

    Vecina de la Mezquita-catedral de Córdoba está el puente Romano que atraviesa el Guadalquivir. Fue alzado en el siglo I durante la época romana, y aunque poco queda de su primitiva construcción, ya que ha sufrido numerosas reconstrucciones a lo largo de dos mil años de uso, los fundamentos son romanos.

   Cuando cruza el puente la viajera se encuentra, en el centro, con la escultura barroca del arcángel San Rafael. Su pedestal está lleno de candelitas. ¡Es que Córdoba tiene un arcángel como patrón! Es el primer monumento a San Rafael y fue erigido en el siglo XVII en agradecimiento del pueblo al arcángel por el final de la peste que había asolado la ciudad. La costumbre se generaliza y se levanta durante aquella centuria la mayor parte de los triunfos dedicados al arcángel San Rafael. Este tipo de monumentos responden a una práctica usual en el mundo barroco, que en otras ciudades españolas se manifiesta principalmente en la construcción de monumentos de la Inmaculada Concepción. Al igual que éstos, el origen de los “Triunfos” de San Rafael debe buscarse en las columnas de triunfo romanas que se erigían en honor de los emperadores victoriosos: se trata de un pedestal  sobre el que se yergue una gran columna u otro tipo de soporte coronado con la efigie del arcángel. Muy cerca de la puerta del Puente se erige  el Triunfo de San Rafael.

   Desde el puente la viajera otea aguas abajo los molinos medievales y la noria de Albolafia que Isabel la Católica hizo desmontar en 1492, durante su alojamiento en el Alcázar, porque el ruido le impedía conciliar el sueño. Todos estos molinos se encuentran en el espacio natural protegido de los Sotos de Albolafia que esta situado en medio del río entre el puente Romano y el moderno puente de San Rafael. ¡El Guadalquivir ha sido un río muy laborioso! Ha suministrado agua a los regadíos y ha prestado fuerza motriz a los molinos de cereal para su actividad harinera y a los batanes para su trabajo textil. Los molinos y batanes serían parte del paisaje del Guadalquivir hasta 1942, año en el que se prohibió la molienda artesanal. 

 La viajera disfruta de las vistas del puente flanqueado por la Torre de la Calahorra,  y la  monumental puerta del Puente también conocida popularmente como Arco de Triunfo.  Es una de las puertas que se conservan hoy en día de las murallas de Córdoba, como la de  Almodóvar y la de Sevilla.