Luchon, rodeada por altas cumbres, como el Aneto, es una ciudad balnearia desde época romana. Con la caída del Imperio Romano se olvidan los baños pero a partir del siglo XVII al resurgir como centro termal para la aristocracia francesa, empiezan a construirse grandes edificios y hoteles, que hoy presiden las avenidas. En el siglo XIX en el lugar de las antiguas termas romanas, se inaugura el edificio de las termas Chambert. Actualmente los famosos baños se componen de tres edificios y aquel mundo de alta alcurnia que borró el progreso regresa ahora renovado y modernizado en forma de spas y tratamientos curativos y preventivos.
A partir de la estatua del Oso se encuentra el precioso parque termal del siglo XIX que ofrece, alrededor de un lago donde nadan los cisnes y patos, un camino rodeado de árboles.
Dominando la ciudad de Luchon se alza la estación de esquí de Superbagnères, a 1.8000 metros. Se puede subir en la telecabina que parte del mismo centro urbano.
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